Trlr.

Entró un día en mi casa mientas yo cocinaba, sonaban en ese momento And I love her, de los Beatles. Volvía a encontrarme con sus pies los días siguientes.
Y otro día.
Y otro día.
Y así una ¿semana? ¿un mes? ¿tres? No estoy segura.
Dejé de encontrarme con sus pies durante ¿un mes? ¿dos? ¿tres? Tampoco estoy muy segura.
Pero me encontré sus manos sujetando una cerveza. En ese bar.
Cantamos una canción como si el alma se nos escapase.
Comíamos pizza en el mismo portal.
La mía con champiñones.
Cantábamos y bailábamos como Uma Thurman y Jonh Travolta.
Empecé a encontrarme post-it's en mi armario.
Seguíamos bailando.
Salíamos y era feliz.
Venía a visitarme por sorpresa. Tanto que me acostumbré.
Hasta que un día me encontré sola en ese portal no me di cuenta de que llevaba diecisiete años esperándola.

Hazme estallar y llorar de pura pena, hazme sentir totalmente perdida, desorientada, hazme sentir con lágrimas en los ojos y gritos agazapados en la garganta. Hazme tomar café para sentir un poco de calor en mi cuerpo, haz que el humo no me deje respirar, haz que duche con aguardiente, haz que mis manos se rompan de frio y se rasguen de dolor. Hazme insensible. Hazme trizas. Hazme frio. Hazme soledad.

Porque no me lo puedo creer.

No me puedo creer que todo sea tan perfecto

Hoy me ha vuelto ha pasar. Te prometo que cada vez que voy por ahí cierro los ojos, aprieto el paso y subo la música para no pensar en ti. Hago ese estúpido ritual todos los días, de lunes a domingo, todos.
Pero ayer me pillaste con la guardia baja. Y absolutamente todos los recuerdos entraron sin pedir permiso. Entraron y arrasaron con todo.
Yo ya me había planificado la vida para estar sin ti, había tachado en un mapa todos los sitios en los que nos habíamos besado para no pasar por ahí, había tachado, quemado y torturado cada uno de los recuerdos que me unían a ti, había cogido todos esos recuerdos y los había metido en una pequeña caja de mi memoria. Bien escondida.

Y ahora todos mis esfuerzos no han servido para nada.
 

Os contaré una cosa; toda, absolutamente toda mi vida he estado sola. Nunca he tenido un gran apoyo que esté conmigo y que me de seguridad, bueno, si tuve uno, pero lo acabé perdiendo, como pierdo todo lo que tiene valor para mi.
En fin, resulta que cuando tu sabes que estás sola no puedes culpar a nadie, porque es cosa tuya, culpa tuya, porque nadie te soporta ni te pregunta por como vas. 
Pero resulta que entonces llega alguien que si se preocupa por ti, o, por lo menos finge estarlo.Y resulta que el culpable de las lágrimas que puedes soltar por las noches, es él. Tú lo culpas, porque lo haces responsable de tu estado de ánimo, y aún sabiendo de manera inconsciente que él no tiene la culpa, da igual, tú lo seguirás pensando así.
¿Sabes por qué? Yo creo tener la respuesta, aunque nunca he sido mucho de preguntarme ese tipo de cosas. Puede ser que tengas amigos, miles de conocidos, incluso, amigos con lo que pasas el verano, con los que crees que romperás el hilo del mundo, con los que en frente de un café borrarás la injusticia y la convertirás en libertad.
Pero no. Siempre acabas haciendo las maletas para volver a la asquerosa rutina, acabas tirando planes contra el mundo porque no te caben en ella, acabas tirando recuerdos, recuerdos estúpidos, como una piedra, que para ti es la llave del universo, pero la acabas tirando, y solo en los momentos de neblina, y tormenta te acordarás de esa llave.
Porque sabes que la soledad a corto plazo se puede "curar", se puede espantar, pero nunca dejarás de sentirla.
¿Y, sabes por qué? Porque siempre has creído no necesitar a nadie, absolutamente nadie, y la gente, los amigos para siempre, acaban desapareciendo, acaban fallando, y crees que no importa, porque "tú sola puedes" .Y si, puede que sea así, que realmente el refrán de "mejor solo que mal acompañado" tenga razón, yo no lo niego.

Pero cuando ves que los "complementos" que hay en tu vida empiezan a desaparecer, empiezas a tener miedo, no por los que has perdido, pero si por el que te queda perder. Porque siempre te aferras a la frase "lo último que quiero perder es la indepencia", pero no te das cuenta de que dependes de alguien, no al cien por cien, ni nada de eso, pero si algo, de alguna manera si que lo haces, pero te das cuenta tarde, después de un año te acabas dando cuenta.

Las lluvias de estrellas son las culpables de todo.

No puedo parar de mirar hacia atrás y de hacer un repaso mental de este último año, mi año, igual que mi vida empezó un día doce, un día cualquiera, bueno, no tan cualquiera, había una lluvia de estrellas manchando el cielo, y miles y miles de deseos intentaban llegar lo más cerca posible a esas lágrimas que parecían empaparte. Pues justo en ese momento te besé.Y como hace un año,  hoy te he besado debajo de una de esas estrellas.
Y como hace un año, sigue dándome síndrome de stendhal cada vez que estás cerca mia. Y taquicardias cada vez que me das la mano. Como el año pasado.

Mis lágrimas parecían acariciara mi piel con sumo cuidado, por si, en cualquier descuido pudiese desquebrajarme. Las lágrimas parecían alas de mariposas aleteando furiosamente a mi alrededor.
Y ahí, justo ahí fui donde me di cuenta. Me preguntaste por el origen de mis lágrimas por puro compromiso.

Declaro que seguiré amañando las partidas de rummy para ganar, y seguiré amañando las noches para pasarlas contigo, declaro que me acuerdo como si fuese ayer como te cogí la mano sin querer, recuerdo mi sobresalto, y tu sonrisa, declaro que recuerdo cuando cerré los ojos y al abrirlos tú y yo estábamos abrazados, contando estrellas.

Quererte me hace melancólica, ¿sabes? Nunca antes me había pasado, vivo en el pasado, esperando el futuro para poder abrazarte.
Quererte me hace sentirme rara, me da un cosquilleo, hace que sonría cuando pienso en ti. Hace que escuche canciones con demasiada frecuencia, solo las canciones que me recuerdan a ti.


Y tú, que reías para que yo llorase, y yo, que lloraba para verte reír.

Siempre pensé que mi final sería el que tantas, el que miles de veces había llegado a ensallar, para que, en ningún caso me pillase desprevenida y me quedase con cara de Luna.

Pero no.

Nunca me salen las cosas como planeo. Nunca.

Siempre me escudo en que es mejor escribir que sentir. Qué equivocada estaba. Renegué durante tanto tiempo que no sentía lo que escribia que acabé creyéndomelo.

Llevo demasiado tiempo fingiendo no ser y no sentir como siento. Y ahora no me acuerdo de como era.

He intentado borrar tus inciales, que tengo talladas en mi piel.

Prometo que tan solo estaba andando para ver si me encontraba, porque me perdí en mentiras y en dobleces, me perdí en las arrugas que te salen bajo los ojos al sonreír. Y desde esa noche lluviosa de Agosto no me he  vuelto a encontrar. Me busqué en colillas, en finales de canciones, en versos de poemas, y no. No me encontré.
Fui andando. Y me encontré el rio.
Malditos instintos suicidas. 
Me encontré en el reflejo del agua, en el fondo del rio. Juro haberme visto en la negrura del agua.


Entonces recordé  tus lunares de tu clavícula derecha. El Cinturón de Orión es una copia barata de tus lunares. 

No es felicidad, no puede llamarse de ese modo, no es tristeza, no. Es miedo a mirar atrás, a los recuerdos, al pasado, a ese candado en el puente. Ya está oxidado. Paso los domingos para comprobar si tienes el valor de quitarlo, de tirarlo, de romperlo. Lo mismo que hicieste con todas mis cartas. Y que yo hice con el pasado. Aún así sabiendo que los dos podemos romper ese pequeño detalle que todavia hace que nuestras vidas sean convergentes no hemos sido capaces de acabar con ello.

Quizás y solo quizás el miedo más profundo se refleje en tus pesadillas, incluso cuando la persona a la que amas y que te ama está esperando que te despiertes en el lado izquierdo de la cama. Quizás cuando más segura estoy, más miedo me da perderlo todo de nuevo.
Otra vez nada, otra vez oscuridad. Tardes de café. De dolor. De vacío. Otra vez. No. Quizás la única manera de sentirme entera sea esa. Que no necesite nada.
O quizás no. Acero por fuera, cristal por dentro, ¿no es así?
Tengo tanto miedo de romperme que no sé lo que quiero. Ni idea. Ni la más remota.
No sé que es lo mejor para mi, para los dos. ¿Somos dos? Tampoco estoy segura. ¿Somos uno?
¿Qué somos? Dime, mi amor ¿qué somos?

Y llega y me mira a los ojos y me dice "te quiero" por primera vez.
Una sensación increíble. Sensacional. Cuando alguien se tira al vacío, creo que es una sensación parecida. Magnifica. Grandiosa. Dolorosa.

Y  llegas y le das un beso mientras miráis las estrellas, en un intento de gritarle al odio que por favor, te mire a los ojos.
Y llegas, dices "te quiero" por primera vez. Y dejas un trozo de ti en las manos de esa persona, en ese sitio, a esa hora, ese día. Hay algo. No sé qué es.

Y desde entonces no puedes dormir si no te desea las buenas noches.

"Ahora mismo eres lo más preciado que tengo."

Te contesto con monosílabos a preguntas retóricas, que aún así siguen teniendo una respuesta, abismal, colosal, respuestas que hacen que el vello se te ponga de puntas, respuestas tan ciertas que dan miedo, tan largas que te pierdes en ellas, tan sinceras que duelen.
Te respondo con un "nunca" y con "supongo" a preguntas que me dan tanto miedo que no les encuentro sentido.
Lo siento, pero me asusta demasiado  destrozarme otra vez, ya busqué una vez los cachos de mi misma no pienso pasar otra vez por eso.
Me das tanto miedo cada vez que me tiendes la mano, que no soy capaz de no mirar hacia atrás, y ver todas las mentiras, los engaños, los dobles sentidos. Esos que me hicieron llorar.
Ya te avisé.

Me quedaría aquí sentada, esperando como vuelves, otra vez. Como reabres la herida que tan curada creía, me quedaría contemplando las gotas de lluvia, sin saber si provienen de mis propios sentimientos o si están detrás de  la ventana. Me quedaría así sentada, con una taza de café, esperando.
Vaciando mis pupilas por cada persona que pasa y que no es quién busco. Me quedaría de pie, en silencio, quizás llorando, viendo como vuelve a pasar enero. Viendo como esta vez no me hace daño, viendo como esta vez no me rasga por dentro.
Me quedaría sentada en mi sofá, con mi bufanda, y posiblemente con la camiseta que tantas veces me habías prometido que daba fuerza. Me quedaría viendo pasar febrero, otra vez, sin llantos ni lamentos.
Me quedaría cantando la banda sonora que acompaña mi vida, esperando, sin moverme, intentando retener el calor en un cuerpo ya inerte.
Me quedaría con la sonrisa gastada, de tanto regalarla en visitas invisibles, en conversiones inventadas, que por supuesto, son contigo. Me quedaría acostada en mi cama, abrazada a mi almohada, esperando a que seas la señal de que es hora de dejar de soñar, que estás a mi lado.
Me quedaría viendo como ese lápiz se gasta en cartas que jamás son contestadas, y por supuesto tampoco son nunca enviadas.
Me quedaría viendo pasar marzo, haciendo todavía crepes para dos, batidos de chocolate para dos, abrazos entre dos, besos entre dos.
Me quedaría viendo pasar abril en la parada del autobús esperando que en alguno de ellos bajases tú, como siempre, como antes, como deseo.
Me quedaría viendo pasar mayo, sin ti.
Me quedaré viendo como pasa todo sin ti.

No tienes derecho a entrar otra vez en mi vida, para venir a decirme que siempre he sido como una especie de neurótica impredecible, que mi mente es como una jodida escalera de caracol, no tienes ningún tipo de derecho, jamás entraste en mi mente, ni intentaste entenderme, jamás te preocupaste lo más mínimo por mi. Aunque, claro, yo por ti tampoco. Nunca te quise, y te lo dije mil millones de veces. No mentí ni una sola vez, no hay de qué.
 No tienes nada que echarme en cara, así que si te tengo enterrado y más que enterrado no quieras volver a mi vida, no eres nada para mi.

Claro que jamás te puedes presentar en mi puerta con una ramo de rosas, claro que no te voy a decir la verdad mirándote a los ojos. Claro que no te voy a coger de la mano cuando quieras, ni te voy a besar cuando me lo pidas.
No voy a cambiar por nadie, ni mi percepción del bien y el mal, ni mis miedos y mis vértigos.Claro que no.
Voy a seguir intentando ahorrar, y me lo voy a seguir gastando todo en ese hombre que toca la guitarra el La Catedral, voy a seguir huyendo por las mañanas a mi sitio, y no te voy a avisar.
Me verás cada vez que salgo feliz, borracha, llámalo como quieras.
No voy a cambiar mis planes por ti.
Pero a lo mejor si cambio la forma de mirar.
 

La simpleza con la que nos besamos por primera vez, me recuerda, a grandes rasgos a esas bromas sin sentido y pueriles de niños chicos. El tejemaneje de mi mente en esos momentos era una nebulosa de pensamientos atronadores, sin orden ni concierto, en un intento de explicarme a mi misma la frase hecha de "hacer el amor", ya que la palabra "hacer" en toda su forma, impávida y vacía concuerda y encaja a la perfección con la abstracción poética de la palabra "amor".
De la misma forma que con esos pensamientos me vuelvo cada vez más pudorosa y con más remordimientos de conciencia, he intentado (y por ahora conseguido) no tener que huir de ese mismo reconocimiento que se hace maquinalmente, por lo menos, una vez al mes. He conseguido que durante el infierno que supone eso de conocerse a una misma, y saber tus fallos y que realmente rozas la locura, no sentir la necesidad de descolgar el teléfono para hablar con un amigo, encenderme un cigarro o descorchar cualquier botella que me hiciese olvidar de un plumazo todo lo masticado, re-masticado y rumiado.

Entramos en una espiral de autocompasión destructiva de la que no tenemos forma alguna de escuchar nuestras propias voces, nuestros pasos se han perdido en la inmensidad del océano mientras intentábamos darle algún tipo de sentido a las tardes llenas de botellas vacías, de cigarros mal apagados y posos de café. Te perdí de vista cuando entré en el laberinto que forman los recuerdos de todas las tardes que he estado contigo, las que no te he visto y las que he llorado tu ausencia, y ahora no hay forma de volver a encontrar tus labios.

Otra vez sola, desamparada, abandonada a mi suerte, los retales de las noches que he pasado sin dormir han formado un vestido que se ha pegado a mi de la misma forma que tu olor se ha pegado a mis manos. No puedo olvidarte.

No puedo parar de pensarte, ni de soñarte.

Después de tantos amaneceres sigo siendo incapaz de afinar tu cuerpo al mismo tono que el mio. Y lo siento, lo siento tanto... no te puedes ni imaginar.

Hay veces en las que sonrio, y en mi sonrisa no hay ironía, ni resentimiento, ni dolor, ni rabia, ni asco, ni amor, ni cariño, ni ternura.
No hay nada.
Nada de nada.
De la misma forma en la que está vacía mi sonrisa, estoy yo vacía.

Me has arrancado mis sentimientos. De la forma más dolorosa.

Yo no vivo, yo ardo
yo no lloro, lluevo
yo no escribo, destilo
yo no siento, sangro
yo no amo, arraso

Y cuando tú y yo nos encontramos, es hermoso
Cuando tus labios y los mios se encuentran, es hermoso
Cuando nuestros cuerpos bailan al mismo compás, es hermoso
Cuando tus dedos se enredan en mi pelo, es hermoso
Cuando nuestros corazones laten descompasados es hermoso
Cuando tus pupilas entran en mi mente, es hermoso
Cuando tu sangre corre por mis venas, es hermoso

Pero cuando encontrándonos, nos nos encontramos, no hay nada que hacer
Y eso me da miedo.

All my loving.

ek is lief vir jou

Ich liebe dich

Ես սիրում եմ քեզ

Seni seviyorum

私はあなたを愛して

tôi yêu bạn

હું તમને પ્રેમ

es mīlu tevi

我愛你

Mil maneras de escribirlo, mil maneras de ponunciarlo. Y todavía no he sido capaz. 

De pronto conoces a una chica con los ojos verdes, y otra con el pelo kilométrico, que hacen que  tus abismos parezcan insignificantes, que cada palabra tenga sentido, y que pase lo que pase, siempre te podrás levantar.

Aparecen de la nada y no puedes parar de preguntarte donde se habrán escondido durante todo este tiempo. Ellas hacen que los juegos de mesas acompañadas de café se conviertan en reuniones secretas, llenas de risas, de bromas y de sonrisas.

Hacen que las cuestas más grandes que antes veías infinitas pasen en segundos, que llegues al lugar que quieras, como y cuando quieras.

Hacen que las tardes monótonas se conviertan en constantes aventuras.

Por todo eso y más. Gracias. M's.

Me haces sentir tan bien, que ni yo misma me lo creo, me haces sentir tan feliz que creo que mi pecho estallará en cualquier momento.
Mi corazón late tan fuerte como si los latidos fueran caballos desbocados, solo con rozarme, mi labios buscan los tuyos como si no hubiesen probado el agua en toda mi vida, mi oídos buscan la música que emana de tu labios, cada suspiro, cada sonrisa, hacen que crezca, poco a poco, que alcance el vuelo, como una pequeña golondrina recién salida de la jaula.
Mis dedos vuelven a la vida cuando se entrelazan con los tuyos, mi cuerpo entero estalla con tan solo sentir tu olor, miles de colores, miles de formas y de sentimientos chispean en mi interior cuando te veo aparecer, mis labios enmudecen y no soy capaz de decir dos palabras coherentes si no te tengo a mi lado para poder sentirme segura, no soy capaz de respirar si no es en tu cuello.

Dependo tanto de ti, que tengo miedo.

He pasado de sobredosis de éxtasis, a noches de hipotermia

de empache de besos, a insomnios por su falta

he pasado de amarte a odiarte

de no necesitarte a no poder vivir sin ti

he pasado de acariciarte a rozarte por casualidad

de besarte a llorar cada noche tus faltas

he pasado de saborear tu olor, a buscar tu rastro por ese bar

de cantarte esa canción al oído a susurrarla cada día para mis adentros

he pasado de cogerte la mano a agarrarme a la nicotina para seguir adelante

de sentir tu calor, a sentir cada uno de mis músculos agarrotados por el miedo a enfrentar las noches sola

he pasado de sonreirte con los ojos, sentir las cuencas vacías

de regalarte cada sonrisa a derramar todas mis lágrimas por tus faltas

he pasado de dormir de abrazarte cada noche a pasarlas con los monstruos de mis pesadillas.

En tus pupilas todo cambia, por eso te pido; quédate conmigo hasta el día que lluevan pianos.

Por eso pido, vuelve enero.

A mi primer y único amor;

Antonio Carpintero, todavía recuerdo los días en los que andábamos con las manos entrecruzadas, como empezaron los niños chicos a gritar que éramos novios, también recuerdo que ese día te confesé que llevaba ocho años intentando embotellar las nubes para ti.

Recuerdo cuando miré uno de mis bolígrafos, en los que me habías escrito, recuerdo como ese día en ética me empezaron a llover papelitos con letra minúscula en los que ponían "te quiero"

Recuerdo cuando me dijeron que me buscabas, recuerdo que salí corriendo del Noche y Día, recuerdo que me caí subiendo las escaleras, porque no era capaz de enfocar bien, solo te buscaba a ti.

Recuerdo que te encontré entrenando, estuvimos en el pasillo de los baños, te abracé, recuerdo que no sabía que decirte, recuerdo que me juré a mi misma que jamás te fallaría.

Recuerdo cuando escribí por primera vez: "a mi primer y único amor..."

Llevo tanto tiempo buscándote que incluso la Luna me ha abandonado alegando que el miedo irracional y obsesivo que tengo a estar sin ti es una estúpida simbiosis entre mi presente y los dibujos que una vez llegué a hacer.
Las sábanas ya no forman ese escudo entre el exterior y mis pensamientos en el que siempre me había refugiado intentando simular que ya no necesito tus brazos, fuertes, asperos, pero a la vez tan suaves cuando me rozan.
Mis ojos no son capaces de hacerme sentir viva, siguen buscando cada rastro de ti. Cuando estoy en esos bares, en esos sitios, no pueden parar de buscar las miles de confesiones echas al oído, los poemas de amor, vomitados a causa de tantos golpes, las vidas cambiadas a nuestro antojo, los castillos que hemos codiciado, y de los que ahora no quedan los cimientos, por nuestra propia estupidez, demasiadas horas muertas mirándonos a los ojos, y acariciando el contornos de tus labios hasta que como un tatuaje han quedado grabados en mis dedos.
Que ahora son torpes, insensibles ya que si no son capaces de reconocerte no quieren dejar escapar las colillas humeantes que son las únicas de hacerles entrar en calor.
Las centenares de letras de canciones susurradas con la voz queda, entonadas como himnos, que para nosotros tanto representaban, ya ni si quiera tienen sentido.
Nuestras horas, domadas para que saltasen a nuestro antojo, para que nos brindasen la libertad tan ansiada, nos han abandonado, viendo nuestra maldita confusión. Perpretados ya los homicidios bajo la torre Eiffel, el miedo sigue siendo el mismo, ya no tiene sentido, te perdí.

Hay tantos lazos que nos unen, que no sabría ni por donde empezar, hay miles de tipos.
Pero ninguna fuerza lo suficientemente demoledora para romper cada fibra que forma ese intrincado tejido por lo que somos capaz de matar, llorar, reír y soñar.
Pero claro, yo no quiero estar unida a ti.
Nunca más.
No quiero ser capaz de mirar adonde lleva el trenzado, que de igual manera en la que nos unen, también entrelazan nuestro destino.
Pero, si me suelto de ti, hasta la última sonrisa, estoy segura de que flotaría a la deriva, hasta encontrar algún puerto seguro, aunque claro, nunca encontraría ese puerto, seguramente moriría donde rompen las olas, y aún así dependiendo de ti.

Teniendo en cuenta que tú eres la enfermedad y por lo tanto, yo el síntoma y teniendo en cuenta tu forma de afrontar la vida; desde mi punto de vista una mierda; quizás debiéramos empezar a analizar el caso detenidamente, o quizás debiéramos olvidarlo todo, si, teniendo en cuenta todas las conversaciones, tu perfecciones y mis imperfecciones, quizás la mejor opción sea mandarte a tomar por culo.

La vida es de color de rosa cuando me destrozas.

Te echo de menos, tanto que me falta el aire, que me ahogo y siento que mis costillas oprimidas después  de tantos llantos ocultados van a estallar en mil pedazos, dejando incrustadas las astillas en mis órganos vitales de la misma forma en la que están incrustadas en mis retinas las tardes juntos, de las misma forma en la que tengo tatuado tu olor en cada resquicio de mi cuerpo, en cada doblez de mi piel.

Te echo tanto de menos que he perdido mis sentido y con ello a la Luna, que llevaba la cuenta de mis pasos dados y de los que todavía me quedan por dar. Ahora estoy aquí perdida, dramatizando y sola como esa cicatriz que adorna tu piel.

Te echo tanto de menos que por tal de no pensar en el vacío de mi futuro que has creado he perdido la cabeza contando las gotas que caían al suelo sin estar muy segura de si provenían del cielo o de mis propios ojos, cansados y desquebrajados por culpa de este dolor de cabeza que no para de atormentarme en forma de espiral hasta que creo ser capaz de ver tu figura detrás de tanta niebla.

Me haces tanta falta que he llegado a perder la sensibilidad en las manos y se me han cuarteado porque de tanto buscarte a ciegas, solo he sabido pincharme con todas las espinas de las rosas que me he encontrado sin ser capaz de verlas ni le oler su fragancia, por lo ver más que tu nombre grabado a fuego por dentro de mis párpados, y por supuesto tampoco fui capaz de encontrarte.

Te echo tanto de menos que ahora solo siento que la nicotina es capaz de llenarme, las paredes las únicas capaz de soportarme y mis sábanas incapaces de darme calor.

Has hecho que mi piel solo responda a la tuya, que no sienta, que no ame, si no es a ti, has hecho que las canciones en las que tantas veces me he resguardado ahora no sean capaces de darme cobijo, ni las cervezas que tantas veces han apagado mis lágrimas, ahora no logran apaciguarlas.

¿Qué haces cuando sientes que nada, NADA tiene sentido? ¿Cuándo todos los días sientes como una capa de indiferencia te cubre y tatúa en ti todas esas malas palabras que no puedes borrar?.Cuándo simplemente no puedes más, así de fácil.

Pues en esos momentos quiero que TÚ te apoyes en mi, que me llores, que estés a mi lado, que confíes en mi, porque dijimos que o todos a por una o nada, y si vamos, vamos a por todas, a comernos el mundo, a ser felices, así que por favor, tú, tú no dudes ni por un momento que estaré aquí, donde siempre.

He's the one.

Quiero mucho más de lo que tú crees, quiero noches sin dormir, insomnio de besos, quiero tardes enteras de risas. Quiero seamos uno solo, que entre los dos formemos como una sola persona, para lo bueno, para lo malo, para lo peor. Para siempre.

Porque si realmente pensase que no merece la pena ni lo intentaría pero estoy segura de que tú, de que tú... de que eres tú. De que no hay nadie más con quien conseguir todo lo que busco.

Y me gustaría hacer miles de cosas contigo, miles, pero todas cogidos de la mano.

Creo que tú, esa persona.

Estoy segura.

Voy a luchar contigo.

Voy a luchar por ti.

Le estoy cogiendo miedo a esto de depender todo el día de tu sonrisa, creo que empiezo a depender de ti, pero no te preocupes solo dura un segundo

No deberías haber vuelto ni siquiera deberías haber entrado en mi vida, sabes que no, que llegó un momento en el que eramos intocables, tú y yo, frente a todo y a todos.
Pero eso se ha acabado y ahora solo quedan recuerdos vacíos y colillas a medio consumir, así que vete de una jodida vez de mi lado, por favor.
Deja que vuelva a sentirme libre, independiente, por favor
No te lo pediría sino fuese lo mejor para los dos, pero tanto tú como yo sabemos que no funcionamos como ahora quieres que seamos. Lo siento, de verdad que lo siento, pero no puedo ser tu amiga, soy totalmente incapaz, no sé como afrontarlo, me siento totalmente perdida, entiéndelo.

Piensa que puedes hacerlo, aduéñate de la soledad y hazla tu compañera de viaje, sueña, hazte a ti misma, tantas veces como hagan falta y nunca mires hacia atrás, con la cabeza bien alta y sin remordimientos.

A base de terapias de choque seguro que puedes llegar a curar ese tipo de enfermedades del alma, de verdad que se puede curar, te lo prometo.

Al fin y al cabo yo he salido inmune de miles de esas sesiones, que te juro que al final no duele tanto como creemos, hazme caso que nada puede ser peor que ese sentimiento de miedo irracional que tenemos a lo desconocido, es mejor no saber que saber, es mejor lo malo que lo que creemos bueno, es mejor la total ignorancia hacia el funcionamiento del mundo y de la maldad a tenerlo todo claro, porque sino, no te equivocarás y si no te equivocas no fallas, y si no fallas no puedes aprender de tus errores, no puedes crecer, ser mejor, y que todo te afecte un poco menos.

Y así poco a poco, prometo en que llegará un momento en el que no necesitarás a nadie en tu vida, ningún tipo de apoyo ni de ayuda, y así podrás erguirte por encima de tus miedos y tus llantos y ser totalmente inmune a cualquier tipo de daño, y solo, en ese justo momento puede ser que nada te pueda borrar esa sonrisa de la cara o por el contrario, no podrás volver a sonreír nunca más, todo depende de las ganas que tengas que entrelazar tus manos con la soledad...

Decir "te quiero" sin sentirlo es una enfermedad.

Por favor entiende y comprende mi miedo y mi ataque de asma cada vez que me dices esas palabras, por favor te pido que entiendas que después de que me regalasen tantas veces esas palabras como si fuesen cáscaras vacías ahora no pueda olerlas ni de lejos.

Pero por favor te pido que me cures esa fobia con terapia de choque, por favor no dejes que me vaya de tu lado sin haberte llegado a decir lo que mis labios no son capaces que pronunciar, lo que todavía no he sabido llegar a sentir sin hacerlo desaparecer de un plumazo, sin que quede ni rastro.

Déjame que aprenda a confiar en ti.

Por desear.

Por desear deseo que nunca me hubieses dejado de lado, que en éste mismo momento tuviésemos las manos entrelazadas, por desear, deseo matar el tiempo contigo, que nuestros cuerpos sean dos versos que se rozan, por desear deseo volar nuestros abismos, que estos pensamientos dejen de atormentarme, que estás putas mariposas en mi estómago desaparezcan.

Por desear...deseo.

Has dejado mi corazón hecho un mosaico y ahora no hay cojones de encontrar las piezas.

Deseo pasar cada segundo de mi vida contigo, deseo llorar en tu hombro, deseo pasar el tiempo entre jarra y jarra a tu lado, deseo una sonrisa tuya, deseo volver a abrazarte y sentir que tu olor llena mis pulmones, deseo tu última calada, deseo esa canción que te hacer sentir jodidamente bien.

Deseo que hubieses estado en ese momento a mi lado.

Pero no lo hiciste. No me ayudaste. No me quisiste, ni lo haces ahora. Ni siquiera me concediste la revancha que tanto te pedí.

No me miraste por última vez a los ojos, no pudiste hacerlo. No fuiste capaz.
 

Pero hay un problema; has levantado todo asco el que llevaba dentro y lo has destapado, como un tarro que cae al suelo, así me he sentido, y así te sentirás tú. Veo como todo lo que hay en mi interior se desparrama, sin más, no puedo encontrar los trozos que me faltan, ni siquiera puedo encontrar mi mente.

Pero aún así, gracias, por enseñarme que de todas formas, como otras tantas veces no necesito ningún apoyo en este mundo, ni lo quiero.

Otra prueba, puede que sea eso, una demostración de lo que es ser independiente. Soy independiente de ti. No te necesito, ni te mereces que lo piense. No eres una droga, no llegaste a ser mi adicción, a lo mejor podrías haberlo sido, pero no me dejaste tiempo para descubrirlo. Supongo que es mejor así.

Entre jarra y jarras te darás cuenta.

Tú ya no puedes hacerme daño.

+ siempre es -

Sin avisar. Disparo en la sien. Sin avisar. Recuerdos guardados en la caja negra salen otra vez a flote, intentando no caer en el olvido.

PUM, el corazón no me late. PUM no siento nada. PUM disparo en la boca del estómago. PUM dolor irracional

+

El último cigarro, tantas veces prometido que sería el último... bueno el penúltimo; como siempre se decía, al igual de eso de dejar el café, bueno o por lo menos usar solo un azucarillo. Miles de promesas y de maletas desechas, sacada ya la rabia y el odio del equipaje, miles de trenes sin rumbo que desembocan en lágrimas y días lluviosos.

Solo las nubes sabían de dolor, solo las latas de cerveza la acompaban en sus más tristes tardes.

Volvió a recordar la conversación, otra vez...

No quiero.

La felicidad no perdura y se queda este increíble abismo dentro de mi pecho que me oprime al respirar, mientras cada suspiro suplica que satisfagas mi alma.

Se queda este vacío que encierra mis noches; que esconde detrás de cada cigarro horas de llanto y detrás de esa lata de cerveza miles de recuerdos que como una sombra me persiguen por los callejones más recónditos de mi maldita cabeza.

Sigo sin entender por qué he tenido que encontrarme contigo.

You call this a life?

Sentirte perdida, cuando no hay escapatoria posible. Sentirte sola, cuando te rodean millones de personas. Sentirte dolida, aún cuando no hay razón alguna para ello.

Sentirte mal, horriblemente mal por dentro, y aún así seguir sonriendo
Sentir que no entiendes el por qué de lo que pasa a tu alrededor
Pero seguir respirando.
 

Ooh la.

No tienes, ni idea, de lo que se me pasa por la cabeza, ni lo que he pensado, ni lo que he querido hacer.

No tienes idea ni de la mitad de la mierda que tengo encima, no sabes ni lo que oculto ni lo que intento que veas.

Puede que no sepas que soy dueña de mi pasado y de mi futuro, pero es que es así, puede que te moleste, pero es lo que más me gusta.

¿Acaso tienes derecho a opinar? Ni el más mínimo ¿Acaso vas a dejar de hacerlo? Ni en mi mejor sueño.

A lo mejor, la peor de las equivocaciones, es la mejor decisión que se puede hacer, maybe, esa sensación de vacío es la que te hace recapacitar sobre todo lo que pasa a tu alrededor. Y saltar, tomar decisiones que te marcan son las cosas que mejor te hacen sentir, con la seguridad de que lo pasado, pasado está, y con la inseguridad de que todo tu futuro está a medio construir.

Jamming

Hoy ya no te quiero.

Al comenzar la guerra, tal vez no entiendas, los buenos siempre somos más.Volverás, con tus mentiras, lo siento al respirar, me rompe al respirar

Quema dentro

Tal vez no sepas no sepas domesticar al domador, jugaremos a disparar, los dos a medias conquistaremos la ciudad.

Volverás a tiempo y de puntillas

Te amo como a un jamón.

Y de verdad, de la buena, que todos los días doy gracias por conocerte, nunca antes alguien me había  hecho reir en los momentos más feos de mi vida, ni me había divertido tanto en clase.

Nunca le he cogido a nadie tanta confianza, nunca antes me había sentido tan agusto con una persona, y solo por pasar unas horas al día merece la pena levantarse para ir al colegio.

Sabes que a mi estas cosas tan empalagosas no me gustan, así que por favor después de leer esto no me lo vuelvas a recordar en la vida.

Pero que sepas que realmente te quiero. 

Gracias Jose Luis por existir y abrazarme día a día, G R A C I A S

Jamás pasarán suficientes días como para afradecerte todo, lo bien que me has hecho sentir

Te quiero.

*

¿Ves? Ahora que no puedo vivir sin ti, ¿qué hago? ¿para que ha servido todo? ¿Quién me iba a decir a mi que te conocería y que te convertirias en lo mejor que nunca me ha pasado? Te quiero de verdad, nunca antes pensaba que una persona podía ayudarme de esa manera, nunca, nunca, de verdad, sabes que siempre te digo lo que pienso, y ésta vez es como las demás. Gracias, mil millones de gracias, mi mejor amigo.

¨

Odio la sensación de que todo se derrumba a tu alrededor odio tener que darme cuenta de lo que pasa, pero odio todavía más no ver más allá de mi ombligo. Odio tener que levantarme y suspirar del asco que me da un día, otro más, odio tener que pedir ayuda, ver que no, que  nada es así, como yo quiero que sea, odio no vivir en mi jodido barco, odio no tener mi jodido pelo del rojo más fuerte.

Odio que se me pegue una canción y no poder borrarla de mi mente, aborrezco profundamente ver tu cara todos los días en el colegio. Odio los días en los que odio cada cosa que me pasa.

 

rojo

Decidir.

Como un poema sin verso y una canción sin estribillo, un cielo sin nubes, un mar sin barco. Sin sentido. Sin rumbo. Sin un Jack Sparrow que  me dirija, pero aún así, cada vez que lo pienso estoy más segura, de que no te necesito, escribiré mi futuro y lo tiraré al mar, enterraré mi pasado y lo borraré todo ¿quién dijo que eso no se podía hacer?. A partir de hoy yo decido que es imposible y que improbable.

La improbabilidad duele menos que  la imposibilidad

Julio Cortázar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en en mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia dentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto; tres minutos

No quiero que lo dejemos en empate, quiero mucho más que eso, muchísimo más, no te puedes imaginar las ganas de que tengo de ti ni el daño que me estás haciendo, por favor, haz que gane, o que pierda, no me importa, pero por favor no lo dejes en un punto intermedio, no me dejes perdida en medio de esta confusión, concédeme una revancha.

porfavor

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Y hoy me toca borrar y empezar de cero, intentar olvidar. No, olvidar no, superar, superarte a ti, a tus miradas y a tus sonrisas para porder no sentir nada, hacerme un poco más de piedra por dentro, que puede que no sea bueno, pero ayudar, eso nadie me lo puede negar, ayuda y bastante, a sentirte bien.

¿Y qué más da que mi razón para levantarme día tras día no seas tú y sea mi constante intento de embotellar las nubes?

Frágiles como pompas de jabón, como alas de mariposa, como los primeros pasos de un niño. Y amantes como el principio, como siempre, como hasta el final.
Sin miedo ni esperas, quiero hacer contigo lo que hace la primavera con los cerezos. Sin prisas ni temblores.



sin pausa



Y me he dado cuenta de lo que falta en éste mundo es coherencia, que el amor y no el tiempo cura todas las heridas, que por muy feo que suene, el dinero lo mueve todo. Que quizás la única razón por la que sigo aquí es por el miedo y el vacío incontrolable que me causa no saber lo que hay en esa puta oscuridad, y quizás lo mejor que he hecho ha sido dejar que la luz traspase mis pupilas.

Y también me he dado cuenta de que puedo dar media vuelta, mirar atrás sin arrepentirme y mandarlo todo a tomar por culo, me he dado cuenta de que mi conciencia está bien tranquila y de que nada debe de quitarme el sueño. Que lo mejor que me ha pasado ha sido dejar que cada nota traspase mi cuerpo y cada palabra me llegue al alma.

Que por mucho que digan, haré lo quiera con mi vida, que me compraré un barco y seré feliz, que si quiero me contaré el pelo yo sola, y sino me haré rastas, que soy dueña de mi presente y mi futuro y que lo moldearé a mi gusto. Que quien tiene boca se equivoca y yo como la que más, que me tropiezo, caigo, pero que sola puedo levantarme.

Que soy de risa floja, pero que de llanto aún más, que me encanta estar en el agua y que canto hasta quedarme afónica, que soy capaz de desafinar cualquier canción y de buscarle el significado más intrincado a un poema, que puede que vaya a comprar una revista y te diga que voy a la ópera, que puedo leer veinte veces seguidas el guardián entre el centeno, que en cada frase puedo decir cien veces "jo", que mi lista de amores platónicos llega al cielo, y que soy la mujer más feliz del mundo con una taza de chocolate caliente un domingo.

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Felicidad, absoluta, verdadera, de esas veces en las que cuando respirar sientes que todo tiene sentido, todo, armonía, de esas veces en las que aunque tu sonrisa te ocupa toda la cara no te parece lo suficiente como para expresar lo que sientes, la necesidad de abrazar, de sentir, de vivir

la necesidad

No te necesito.

No te voy a echar de menos, por lo menos no, hasta que la noche me trague en la más profunda oscuridad
No te voy a echar de menos

No te voy a echar de menos
No te voy a echar de menos
No te voy a echar de menos
No te necesito

I wish.

Y después de las carreras sin frenos, de las palabras vacías y sin ningún tipo de sentido, de todas las hogueras para quemar recuerdos que nos han unido y separado, después de horas de la mano, de paseos sin rumbo, de café sin azúcar, cada llamada sin respuesta y cada puñal clavado a mala conciencia, todas las lágrimas que he derramado, y las que me quedan, que no son pocas, estoy preparada para decirte que no sé ni lo que pienso, no estoy segura de nada absoluto, creo que no te echo de menos, creo que puedo vivir sin ti, pero por favor, no me hagas caso.

I wish.

Gracias.

Y me doy cuanta poco, muy poco a poco que de que el estar tanto tiempo sin ti hace que me coma por dentro el miedo, la ansiedad, el saber que no voy a ver tu sonrisa, y eso, me hace cada vez más daño, pero a la vez, más fuerte.

Y no puedes imaginar el dolor que causa no tenerte, no poder abrazarte ni contarte todo, ni ser pin y pon, pili y mili, ir siempre juntas, a todos lados, saber que pase lo que pase, siempre, siempre estaremos juntas.

Esecece

Porque hemos pasado miles de cosas juntas, millones, malas, buenas, que nos hacen llorar, que nos han hecho no sentir nada, más fuertes por dentro, nos han hecho mucho daño, pero todo esa mierda la hemos pasado juntas, y así seguiremos día si y día no  también la una con la otra, hasta el final de los tiempos, porque no prometimos y así será.

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No, no estoy segura de todo en este mundo, no me gusta planear las cosas ni estar a atada a nada, quiero poder cambiar el rumbo de mi barco, según sople el viento, no quiero un puerto al que llegar, hago de la improvisación mi forma de vida y me siento orgullosa de ello.

no quiero llegar a ningún puerto

Lo único de lo que estoy segura, es de comparé un barco, para surcar los mares, a tu lado y poder echarte carreras.

Y prefiero quedarme en este punto muerto que subir a lo más alto, prefiero dejarlo todo, volver a empezar de cero que seguir así, prefiero dejar que el aire cierre mis heridas, a tener que estar lamentándome de ellas, porque al fin y al cabo cada cicatriz de tu cuerpo no muestra una victoria, pero si que has sobrevivido

Has luchado contra leones, vuelve a tu ordenado caos y da el paso que tanto ansías dar.